La carta abierta de la novia de Acro, el barrabrava asesinado

Lloró, se lamentó, lo recordó, y ahora quiere defender su imagen. ¿Qué otra razón habría para publicar sólo una carta de amor? Hablamos de Laura Viña, la  novia de Martín Gonzalo Acro, el joven barrabrava de River asesinado. La stripper de 25 años escribió una carta abierta y además de hablar de amor, dolor y soledad, defiende de todo tipo de acusación al supuesto barra brava de los millonarios.

El caso está en manos de la Justicia. Todavía se intenta comprobar si verdaderamente Martín Gonzalo Acro era o no uno de los hombres de mayor confianza de Adrián Rousseau, líder, dicen, de unas de las facciones de la barra de River. Pero esta historia de fútbol y violencia tiene otra cara: Laura Viña, novia de Gonzalo. La chica es bailarina stripper y prima de la princesa Máxima. Hoy, Laura hace lo posible para que la imagen de su novio quede limpia. Y para ello publica una carta abierta

“Gonzalo era sano, le gustaba el deporte, tenía un corazón grande como pocos. Pero por desgracia esta vida se divide en buenos y malos. Allí estamos vos y yo, mi amor, con los buenos, los que dan la cara, los que defienden a los seres queridos, los que no traicionan. Como siempre me dijiste, el que traiciona una vez traiciona mil más. Mi amor, creo en la Justicia, es lo único que me queda por creer”, escribe Viña en la revista Paparazzi. La idea es clara, limpiar la sucia imagen que tiene hoy y alejar del rótulo de violento al joven de River.

“Escribo esta carta para que la gente que consuma mierda sepa realmente quién eras, hermoso por dentro y por fuera (…) Te amo con el cuerpo, con el alma, con el corazón, como nunca amé en la vida (…) El 'fucking' destino quiso que sea así”.

Cansada de escuchar las cosas que se dicen de su novio -en su mayoría más malas que buenas-, la chica de 25 años prefiere ir por el lado del amor y no meterse en si Gonzalo era o no uno de los “capos” de los Borrachos del Tablón.  “Confío en que vas a ser mi ángel”, suelta ella.

Mientras tanto, de la parte violenta de este cuento se encargará la Justicia. Y así se podrá determinar si Gonzalo era un "barra duro" o una víctima inocente más de la violencia del fútbol.